Terminando la semana de prácticas
El día viernes 09 de Marzo del 2018 fue mi último día de prácticas en el Jardín de Niños Miguel Hidalgo. Admito que llegué un poco triste al jardín por ser mi último día de estar conviviendo con los chiquitines, pero ellos no me permitieron sentirme así todo el día.
Estar con ellos toda una semana me hizo encariñarme mucho de ellos. Aunque la finalidad de las prácticas era escolar puesto que con ellas teníamos que hacer varios proyectos y tareas, me divertí mucho y también aprendí demasiadas cosas de ellos, que a veces nosotros pensamos que por ser niños no van a entender ciertas cosas y estando con ellos comprendí que a veces suelen ser hasta más inteligentes que nosotros que estamos más grandes.
Toda la semana se estuvo trabajando el tema de los animales de la Sabana, por lo que para cerrar la semana y la temática, la maestra los puso a trabajar con pinturas, para que con sus manos pintaran a los animales vistos en la semana. Me gustó muchísimo esta actividad porque me tocó involucrarme mucho con los niños a manera de que me pedían ayuda con algo y todos terminamos igual de manchados con la pintura, además de que le ayudé con su trabajo al niño autista de la clase y me sentí demasiado feliz al ver la expresión de la maestra cuando vio que el niño estaba trabajando conmigo y como también el niño puso de su parte para realizar la actividad.
Fue una experiencia muy bonita para mi; sinceramente no creí que fuera a involucrarme mucho en las actividades de la maestra porque mi jornada solo era de "observación y ayudantía", y hubo veces en que la maestra me dejó a cargo de los niños o para supervisarles las actividades.
Fue una semana un poquito pesada por los horarios, puesto que me tocó hacer las prácticas por la mañana y como la escuela quedaba muy lejos de mi casa, tenía que levantarme muy temprano para poder llegar a tiempo, pero cuando ya entraba al salón con los niños, se me olvidaba la pesadez y el sueño que sentía porque realmente valía la pena el esfuerzo.
Cuando las clases finalizaron, hablé con los niños respecto a que ya no estaría yo con ellos los siguientes días porque tenía que regresar a la escuela, a lo que los niños me contestaron cosas como:
- "No queremos que te vayas".
- "Mejor quédate con nosotros".
- "Maestra, te quiero mucho".
Sinceramente no me esperaba esa reacción de los niños porque, como ya había mencionado antes, tenía poco tiempo conociéndolos o conviviendo con ellos; pero me hicieron sentir tan bonito cuando me dijeron todo eso que tuve que hacer un esfuerzo para no llorar frente a ellos. Me sentía totalmente feliz de haberme ganado el corazón de aquellos pequeñines, pero ellos también se ganaron el mío, porque ahora era yo la que no quería dejarlos a ellos.
Un día antes, por la tarde, les compré paletas payaso para dárselas el día de hoy, así que cuando terminé de decirles el por qué me iba, se las di y los niños corrieron a darme un abrazo. Su maestra titular, quien los miraba desde la puerta, fue la que tomó la siguiente fotografía. 💓😍
En conclusión, lo que más disfruto de mi carrera son los días de prácticas, pero sé que para poder ser una excelente maestra tengo que dar todo de mi para adquirir los mayores aprendizajes y conocimientos posibles y así poder ser la maestra que los niños necesitan.
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